LA SANTA BIBLIA

LA SANTA BIBLIA

lunes, 26 de septiembre de 2016

PAZ EN MEDIO DE LA TORMENTA

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios (Salmo 46:10). Lectura: Mateo 11:25-30 Alguien asistió a un concierto, su mente se desvió a un asunto que le preocupaba y se distraía. Felizmente, la distracción terminó pronto, cuando las palabras de un hermoso himno comenzaron a penetrar profundamente en su ser. Un grupo de hombres cantó a capella un himno que hablaba de la paz de Dios para el alma del creyente. Los ojos se le llenaron de lágrimas mientras escuchaba esas palabras y contemplaba el pacífico reposo que solo Él puede dar. Cuando Jesús denunció a las ciudades que no se habían arrepentido y donde Él había hecho la mayoría de sus milagros (Mateo 11:20-24), aun así, tuvo palabras de consuelo para los que quisieran acudir a Él: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados […]; aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas» (vv. 28-29). ¡Qué palabras tan sorprendentes! Inmediatamente después de sus enérgicas palabras a aquellos que lo rechazaban, Jesús extendió una invitación a todos a ir a Él para encontrar la paz que todos anhelamos. Jesucristo es el único que puede calmar nuestras almas inquietas y cansadas. Señor, venimos a ti ahora con necesidad de descanso para nuestros corazón. Ayúdanos a confiar en ti y en tu amor. Cuando mantenemos nuestra mente puesta en Jesús, Él la mantiene en paz.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

SOLO JESÚS PUDO CUMPLIR CON LOS REQUERIMIENTOS DE DIOS PARA NUESTRA SALVACIÓN

Por eso se transformó en nuestro SALVADOR. Romanos 3:9-20 9 ¿Qué pues? ¿Tenemos nosotros, los judíos, alguna ventaja sobre los demás? ¡Claro que no! Porque ya hemos demostrado que todos, tanto los judíos como los que no lo son, están bajo el poder del pecado, 10 pues las Escrituras dicen: « ¡No hay ni uno solo que sea justo! 11 No hay quien tenga entendimiento; no hay quien busque a Dios. 12 Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno! 13 Su garganta es un sepulcro abierto, su lengua es mentirosa, sus labios esconden veneno de víbora 14 y su boca está llena de maldición y amargura. 15 Sus pies corren ágiles a derramar sangre; 16 destrucción y miseria hay en sus caminos, 17 y no conocen el camino de la paz. 18 Jamás tienen presente que hay que temer a Dios.» 19 Sabemos que todo lo que dice el libro de la ley, lo dice a quienes están sometidos a ella, para que todos callen y el mundo entero caiga bajo el juicio de Dios; 20 porque nadie podrá decir que ha cumplido la ley y que Dios debe reconocerlo como justo, ya que la ley solamente sirve para hacernos saber que somos pecadores. Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo. 2 Corintios 5:21 ¿POR QUE JESÚS TUVO QUE MORIR POR NUESTROS PECADOS? La razón básica por la cual Jesús tuvo que morir por nuestros pecados se debe a que podíamos ser perdonados y poder estar con el Señor. Jesús es Dios en carne (Jn 1:1, 14; Col 2:9) y sólo Dios puede satisfacer los requisitos de la Ley por medio de una vida y sacrificio perfectos que nos limpiara de nuestros pecados. Dios es infinitamente santo y justo, pero todas las personas han pecado contra Él. Por lo tanto, todo aquel que quebranta la Ley es pecador y debe ser castigado. Si Él no lo hiciera, Su Ley no sería Ley, ya que no existe ninguna ley sin castigo. El castigo por quebrantar la Ley es muerte, o sea, separación de Dios. Por lo tanto, nosotros los pecadores necesitamos una forma de escapar del justo juicio de Dios. Debido a que estamos manchados por el pecado y no podemos guardar Su Ley, el único que podía entonces hacer lo que nosotros no podemos hacer, es el mismo Dios. Esta es la razón por la que Dios se encarnó en la Persona de Jesús. Él es tanto divino como humano; fue enviado bajo la Ley (Gá 4:5-6) y la cumplió perfectamente. Por lo tanto, Su sacrificio a Dios el Padre para nuestro beneficio es de un valor infinito y es suficiente para limpiar de todo pecado y de las ofensas cometidas contra Dios. El siguiente esquema es un intento para poder entender paso a paso usando la Escritura y la lógica del por qué Jesús tuvo que morir por nuestros pecados. Deseamos que sea de ayuda para entender el por qué Dios es nuestro Salvador y no alguna cosa creada. También deseamos que este esquema le ayude a entender por qué Ud. debe creer sólo en Cristo para el perdón de sus pecados y de que no puede hacer nada por sí mismo para lograr la salvación que Dios le ofrece. 1. Dios existe A. Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” 2. Dios es infinito A. Salmo 90:2: “Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.” B. Salmo 147:5: “Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito.” C. Jeremías 23:24: “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?” 3. Dios es santo A. Isaías 6:3: “Y el uno al otro daba voces, diciendo: ‘Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.’” B. Apocalipsis 4:8: “Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: ‘Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.’” 4. Dios es justo A. Nehemías 9:32-33: “Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día.33 Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo.” B. 2ª Tesalonicenses 1:6: “Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan.” 5. Por lo tanto, Dios es infinitamente santo y justo 6. Aún más, Dios habla de lo que es Su carácter A. Mateo 12:34: “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” 7. Dios habló la Ley A. Éxodo 20:1-17: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí…” 8. Por lo tanto, la Ley está en el corazón de Dios y es un reflejo de Su carácter ya que éste es santo y bueno. A. Romanos 7:12: “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.” 9. Aún más, quebrantar la Ley de Dios es ofenderlo a Él, ya que es Su Ley la que quebrantamos y este pecado resulta en una ofensa infinita, ya que Dios es infinito. 10. Aún más, es también correcto que Dios castigue a todo aquel que quebrante Su Ley. El no castigar a quien ha quebrantado la Ley (al pecador) es permitir una ofensa contra Su santidad e ignorarla. A. Amós 2:4: “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.” B. Romanos 4:15: “Pues la ley produce ira…” 11. Dios dice que la persona que peca debe morir (ser castigada). La paga del pecado es muerte. A. Ezequiel 18:4: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.” B. Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” 12. El pecador necesita escapar del justo juicio de Dios, de lo contrario, enfrentará condenación. A. Romanos 1:18: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;” B. Mateo 25:46: “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” 13. Pero ningún pecador puede deshacer una ofensa infinita para complacer a Dios y hacer las cosas correctas; debe obedecer la Ley, la cual es el estándar de la justicia de Dios y Su carácter. A. Gálatas 2:16: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” B. Gálatas 2:21: “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.” 14. Pero el pecador no puede cumplir la Ley debido a que es un pecador (en la carne). A. Romanos 8:3: “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;” 15. Ya que el pecador no puede cumplir la Ley y satisfacer a Dios, esto significa, que sólo Dios puede hacerlo. A. Esto es lógica simple. Si somos incapaces de cumplir la Ley, entonces, seremos castigados por esto. Pero como Dios deseó salvarnos, la Ley debe ser cumplida y como nosotros no podemos cumplirla, ésta debe ser cumplida en su totalidad; por lo tanto, el único capaz de guardar la Ley es Dios mismo. 16. Jesús es Dios en carne. A. Juan 1:1, 14: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios… 14 Y aquella Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), llena de gracia y de verdad.” B. Colosenses 2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,” 17. Jesús también fue un hombre bajo la Ley. A. 1ª Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” B. Gálatas 4:4-5: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, y nacido bajo la ley, 5para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” 18. Jesús se convirtió en pecado por nosotros y llevó en Su cuerpo nuestros pecados en la cruz; de este modo, cumplió la Ley. A. Romanos 8:3-4: “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, los que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” B. 2ª Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” C. 1ª Pedro 2:24: “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” 19. Por lo tanto, la salvación es por gracia a través de la fe ya que ésta no fue porque guardáramos la Ley sino por Jesús, Dios en carne, el cual si cumplió la Ley y murió en nuestro lugar. A. Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.” B. Efesios 5:2: “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” C. Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)"

viernes, 16 de septiembre de 2016

¿DE QUIEN SOS HIJO? ¿DE DIOS O DEL ENEMIGO DE DIOS? III PARTE

¿SOMOS TODAS LAS PERSONAS HIJOS DE DIOS? - ¿Qué DICE LA BIBLIA? El primer punto que queremos tocar es que todos fuimos creados por Dios: Colosenses 1:16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Apocalipsis 4:11 “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” Eso lo aclaramos porque hay personas que se olvidan o niegan que Dios sea su creador, obviamente los que no conocen a Dios y no son Hijos de Dios: Deuteronomio 38:18 “De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador.” Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;” Muy bien conociendo que todos somos creados por Dios, es decir todos somos criaturas de Dios, la pregunta sigue en pie ¿Todos somos hijos de Dios? La respuesta es NO, veamos: Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” A todos los que le recibieron y creen en su nombre son a los que se les da la potestad de ser hechos hijos de Dios, precisamente esa es la palabra de fe que los cristianos predicamos: Romanos 10:8-13 ”Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. “ (aunque en realidad hay muchos que aceptan a Jesús y confiesan con su boca sin creer de todo corazón y se bautizan en agua que realmente no se han convertido y si se levantara Juan el Bautista les diría raza de víboras hagan frutos digno de arrepentimiento… El nuevo nacimiento? Ni se conoce aunque también hasta se predica porque está escrito en la Biblia y para hacerlo más hijo del diablo que de Dios. Mateo 23:15. !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Así es lo que creen y confiesan de verdad al Señor son los que son llamados hijos de Dios, los demás no porque: Romanos 10:14 “ ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ” También hemos observado que los diablos creen, confiesan y conocen al Señor…, pero no hacen la voluntad de Dios. (Santiago 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan pero no hacen la obra de Dios sino la de ellos poniéndole el nombre de obra de Dios. Adicionalmente los que. Creen que Jesús es el Cristo es nacido de Dios y los que le aman guardan sus mandamientos y son guiados por el Espíritu de Dios: 1 Juan 5:1-4 “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” ¿Cómo alguien que no cree va a guardar los mandamientos de Dios y ser llamado hijo? Dios ama a quien guarda sus mandamientos: Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. ¿Si todos fueran hijos de Dios, entonces para qué necesitaríamos creer y guardar su Palabra y andar en su Espíritu Santo…? Los que no creen en Jesús no han nacido de Dios, por tanto tampoco creerán ni guardarán sus mandamientos y Dios ama a quien guarda sus mandamientos. Dios oye a quien es temeroso de Él y hace su voluntad, al que no, no le oye: Juan 9:31 “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.” Es evidente que hay una gran diferencia entre ser una criatura de Dios y ser un hijo de Dios. Si a pesar de todo lo que hemos leído, aún crees que todos somos hijos de Dios te tenemos una pregunta: ¿Si todos fuéramos HIJOS de Dios, como algunos afirman, entonces por qué la Escritura habla de los hijos de Dios y los hijos del diablo? Veamos: Jesús hablando con los fariseos le dice que ellos son hijos del diablo, porque la voluntad del diablo hacen y no la de Dios: Juan 8:44-47 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. 46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios. ” Los hijos del diablo hacen la voluntad del diablo y los hijos de Dios hacen la voluntad de Dios. Jesús llama hermanos solo a los que hacen la voluntad de Dios: Mateo 12:50 “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.” Hebreos 2:11-13 “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. m 13 Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.” La gran diferencia entre los hijos de Dios y las criaturas de Dios es que los hijos de Dios tienen al Espíritu Santo morando en ellos: 1 Corintios 6:19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” El Espíritu Santo que mora en los que han nacido de nuevo es el que da testimonio que somos hijos de Dios: Romanos 8:16-19 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. ” Al Espíritu Santo lo tienen solo los que son hijos de Dios: Gálatas 4:5-6 “5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !Abba, Padre! ” De hecho la Escritura nos manda a los hijos a llevar el mensaje de salvación a las criaturas de Dios: Mateo 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Para que todo aquella criatura que crea, sea una nueva criatura y se reconcilie con Dios pasando a ser un hijo de Dios: 2 Corintios 5:14-21“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. ” La Escritura es bastante clara haciendo la diferencia entre los que son hijos de Dios y los que no son hijos de Dios, somos hechos hijos de Dios cuando creemos y hacemos su voluntad, quien no cree, no guarda sus mandamientos y no anda en su Espíritu entonces no es hijo de Dios porque no hace la voluntad del Padre, si no del diablo. Una persona que no conoce al Señor Jesucristo no puede creer por eso los Hijos de Dios somos llamados a ser luz en medio del mundo: Los hijos de Dios debemos ser luz del mundo: Filipenses 2: 12-14“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. 14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;” ¿Así que hasta ahora que te parece que eres? ¿Hijo de Dios o hijo del Diablo? No me hables de religión… Háblame de relación personal con Cristo de experiencias personales con el Señor de Señores, con el Maravilloso Salvador, con el dador de la vida… Cuantos en el mundo y a través de los tiempos dicen que son cristianos y han matado y hecho toda especie de maldades y hasta en el nombre de Dios…, cuantos actualmente dicen tener nombre de Dios y no lo son…, está escrito que no todos los que están en Israel son Israelitas como no todos los que están en las iglesias son cristianos…, seguro dirán justamente para eso están en las iglesias…, si pero entonces que no hablen de lo que no conocen…, porque también matan en las iglesias leyendo y no entendiendo La Biblia que tanto invocan como condición para ser cristianos. El Señor Jesucristo quiere preparar a su novia porque está cerca el día de su casamiento. Aleluya, Gloria a Dios. Dios te bendiga

domingo, 11 de septiembre de 2016

¡¡¡TIMOTEO, TIENES QUE SER UN BUEN SOLDADO DE JESUCRISTO!!!

2 Timoteo: 2 2 Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. 8 Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, 9 en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; más la palabra de Dios no está presa. 10 Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 11 Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12 Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo. Un obrero aprobado 14 Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 16 Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18 que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. El programa de Dios para la Iglesia envuelve el equipar a todos los miembros a fin de que sean dispensadores del ministerio. Según Efesios 4:11, 12, los dones del liderato, tales como apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro, son dados para equipar a los miembros de la Iglesia a fin de que sean dispensadores de la obra del ministerio. El fruto y los dones del Espíritu de Dios, capacitan a los líderes de la Iglesia para el cumplimiento de su "llamamiento" o ministerio en el Cuerpo de Cristo. Como ya ha sido señalado, es para equipar a miembros para que se conviertan en ministros. Con ese llamado, Dios hace disponibles el poder y la autoridad para llevarlo a cabo. El Espíritu Santo viene sobre nosotros para darnos poder y autoridad. De hecho, la palabra "sobre", cuando va relacionada con el Espíritu Santo, casi siempre se refiere a los deberes y autoridad divina. A. EL MINISTRO: SU PODER Y AUTORIDAD ESPIRITUAL 1. Jesús: Cabeza De La Iglesia La Cabeza de la Iglesia es el Señor Jesucristo. La autoridad de la Iglesia viene de su Cabeza. Jesús dijo que toda autoridad, en el cielo y en la tierra, le había sido dada. (lea Mateo 28:18). Note de los siguientes pasajes de la Escritura, cómo el poder y la autoridad divina de Cristo están relacionadas con la presencia del Espíritu Santo "sobre" Él: "Y el Espíritu del Señor descansará sobre Él. El Espíritu de sabiduría, de comprensión, de consejo, de poder, de conocimiento y temor de Dios. Su deleite será obedecer al Señor. No juzgará por lo que vea y oiga, sino por lo que es justo y correcto. Defenderá a los pobres y a los desvalidos" (Is 11:2-4). "Mira a mi Siervo, al que yo sostengo. Es mi Elegido y en Él me deleito. He puesto Mi Espíritu sobre Él. Traerá justicia y verdad a las naciones… Llevará la justicia a todos los que han recibido mal" (Is 42:1, 3). "El Espíritu del Señor está sobre Mí. Me ha ungido y llamado para llevar las buenas nuevas a los pobres y a los que padecen mal. Me ha enviado a consolar a los que tienen el corazón quebrantado; a liberar a los que están heridos; a abrir los ojos de los ciegos… Porque Yo, el Señor, amo la justicia" (Is 61:1, 8). "Y el Espíritu Santo descendió sobre Él… Entonces Jesús volvió a Galilea lleno del Espíritu Santo y bajo Su poder… Y la gente se quedó sorprendida ante su enseñanza porque Su palabra era con autoridad y poder… Con esa autoridad y poder dijo a los espíritus inmundos que salieran – y salían" (Lc 3:22; 4:1, 14, 36). El Espíritu Santo, en los versículos anteriores y en los posteriores, es representado como una túnica o manto regio sobre Jesús. Fue "envuelto en" (vestido con) poder y autoridad. 2. Vestidos Con Poder De Lo Alto Lucas 24:49, es una maravillosa promesa para usted y para mí: "Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto" El "hombro" en el versículo de la Escritura que aparece abajo, se refiere a la responsabilidad y autoridad divina, el derecho y la capacidad (autoridad y poder) para gobernar: "Y el gobierno estará sobre Su hombro… Su gobierno de paz aumentará y no terminará nunca" (Is 9:6, 7). "Y Yo lo vestiré con tu túnica y fijaré tu cinturón en torno de Él. Daré tu autoridad y gobierno real en Su mano. Y la llave [gobierno] de la casa de David descansará sobre Su hombro… Sí, colocarán sobre Él honor y todo el peso del deber real para la casa de su padre" (Is 22:21, 22, 24). Fue esta clase de gloria, honor y poder, lo que les fue dado a Adán y Eva en la creación. Habían sido creados a la imagen de Dios y "vestidos" con autoridad divina. Deberían gobernar sobre toda la tierra bajo la inmediata dirección de Dios. Sin embargo, cuando cayeron en el pecado, perdieron sus "túnicas reales" de justicia recta. Satanás se apoderó de su derecho a gobernar y reinó sobre el mundo hasta que Jesús vino. En la cruz fue privado de su poder y llevado a la derrota. Cristo fue el vencedor y reconquistó el derecho de reinar sobre el mundo que le había sido dado al hombre, devolviéndoselo de nuevo (Lea Hebreos 2:14, 15). Jesús fijó firmemente esta verdad en las mentes de Sus discípulos con estas palabras: "Todo poder y autoridad en el cielo y en la tierra Me ha sido dado… Como el Padre Me ha enviado, así os envío Yo… En verdad, Yo os enviaré la promesa de Mi Padre sobre vosotros. Así que, esperad en Jerusalén hasta que seáis vestidos con poder desde lo alto… Porque todos vosotros recibiréis poder después que el Espíritu Santo venga sobre vosotros" (Mt 28:18; Jn 20:21; Lc 24:49; Hch 1:8). 3. Bajo Autoridad Por la palabra del Señor y el poder de Su Espíritu se nos ha dado autoridad sobre los espíritus malos e incluso sobre el mismo diablo (Lea Lucas 10:19). Santiago explica claramente esta verdad en su epístola: "Someteos a Dios. Resistid al diablo y huirá de vosotros" (Stg 4:7). La palabra "someterse" en la lengua griega del Nuevo Testamento, es un término militar. Significa "estar en filas bajo": colocarse bajo la autoridad de un oficial de rango superior. Aquellos que están en autoridad deben colocarse bajo autoridad. Cuando nos colocamos "bajo" la autoridad, esa autoridad viene "sobre" nosotros. Hablamos y actuamos en el poder de esa autoridad, no en la nuestra. La misma verdad se aplica a la autoridad espiritual. Cuando nos colocamos bajo la autoridad de Jesús, Su autoridad viene sobre nosotros. Cuando hablamos Sus palabras y obedecemos Sus órdenes, el poder de Su Espíritu respalda nuestras acciones. Estamos hablando y actuando en Su lugar. Él está hablando y actuando a través de nosotros. No es de extrañar que el diablo tiemble y huya. B. CÓMO DESCUBRIR Y DESARROLLAR SU MINISTERIO Dios ofrece a cada líder o dirigente el poder y la autoridad necesarios para cumplir su ministerio o llamado. La pregunta es: "¿Cómo descubrimos o desarrollamos nuestros ministerios y los de nuestros miembros? ¿Cómo descubrimos nuestro llamamiento? ¿Cómo nos podemos preparar mejor para tal llamado? ¿Dónde podemos empezar a ponerlo en práctica?" Estas son buenas preguntas y merecen buenas respuestas. 1. Llamamiento Por Dios Nuestro ministerio en el Cuerpo de Cristo es elegido por Dios, no por nosotros o por los demás. (Lea Hebreos 5:4) El Espíritu mismo establecerá un llamado dentro de nuestros corazones. Cuando se desarrolle, Dios lo notará y dará Su aprobación y lo promoverá. David dijo: "Porque la promoción y el poder no vendrán de ningún sitio de la tierra, sino sólo de Dios" (Sal 75:6, 7). Dios establece dentro de Su Iglesia dirigentes locales quienes fungirán como pastores de Su rebaño. Los pastores son llamados a proteger, dirigir, corregir, alimentar, enseñar y cuidar de las ovejas. Tal supervisión es necesaria para que los ministerios de los miembros se desarrollen de una manera equilibrada y sana. 2. La Iglesia Local Esto significa que los miembros deberían estar relacionados con el Cuerpo de Cristo en una iglesia local. Si hay pastores locales que son sabios, amorosos, llenos del Espíritu Santo y de fe, la iglesia local es el contexto más seguro y sabio en el que los ministerios pueden crecer y desarrollarse. Se podría evitar mucho dolor, muchos problemas, mucho tiempo y energías, si los miembros pudieran tener dirigentes sabios y amorosos. ¿Es usted uno de ellos? Éste es el plan de Dios para Su pueblo. Para que Su plan funcione, necesita pastores que sean amorosos, leales, fieles y comprometidos con el Señor y Su rebaño. Ninguna iglesia local es perfecta, el Señor no exige dirigentes que sean perfectos. Utiliza dirigentes imperfectos para perfeccionar a miembros imperfectos. Si el Señor le ha llevado a una iglesia local pastoreada por un pastor mayor en edad, entonces, honre la autoridad del dirigente como lo haría con la propia autoridad de Cristo. Haga las cosas lo mejor que pueda para ayudarlo de todas las maneras posibles y para apoyar a tal pastor como lo haría con el mismo Señor. 3. Las Prioridades Del Dirigente. Nuestro ministerio en el Señor comienza con aquellos que son parte de nuestro círculo de vida. Nuestras vidas tocan a muchos otros cada día. Por consiguiente, deberíamos empezar con la gente de nuestro propio pequeño mundo, familia, iglesia, escuela, trabajo y comunidad. Nuestro deseo es compartir la vida, el amor y la verdad de Jesús con ellos. Desearemos hacer esto de una manera cálida, práctica y personal. Busquemos ayudar y servir a los demás siempre que podamos, en el nombre del Señor. Confíe en el Espíritu Santo para que fluya diariamente a través de su vida y lleve Sus bendiciones a los que están a su alrededor. A medida que entregue el amor de Dios de maneras diminutas, vendrán mayores ocasiones de hacerlo. Veremos las necesidades que hay que suministrar y cómo podemos hacerlo con nuestro prójimo. Cuando busquemos llevar la vida de Dios a través de nuestras palabras y hechos, aprenderemos a confiar en el Espíritu Santo para que nos dé Su ayuda y poder. El fruto y los dones del Espíritu funcionarán juntos de una manera hermosa y equilibrada. Puede que ni aun estemos conscientes de cuán poderosos sean en nuestras vidas pero otros sí los notarán. C. LOS CINCO DONES BÁSICOS DEL MINISTERIO Es verdad que los cinco dones ministeriales de apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro, son el fundamento sobre el que descansa la Iglesia (Lea Efesios 2:20; 1 Co 3:10, 11). Pablo los menciona en su carta a los Efesios como sigue: "Cristo ha dado a cada uno de nosotros un don especial de Su gran almacén de gracia. Por eso dice el salmista: Cuando fue levantado al cielo, dio dones a los hombres… Los dones que Él dio fueron hombres con ministerios diferentes: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Hizo esto para que el pueblo de Dios pueda estar mejor equipado para servirle. Estos dones son necesarios en el Cuerpo de Cristo a fin de que crezca con poder y firmeza" (Ef 4:7, 8, 11, 12). Revisaremos brevemente estos cinco ministerios de liderazgo. 1. El Apóstol Es un hombre que tira o echa el fundamento (planta) de nuevas iglesias. Nombra dirigentes locales y los entrena antes de moverse adelante. Se mantendrá en contacto con ellos y les informará de lo que Dios está haciendo en la Iglesia por todo el mundo. Los apóstoles de Cristo tienen un llamado especial que cumplir en cada generación. Este don para el ministerio es tan importante hoy en día como lo fue y será en cualquier otra época de la historia de la iglesia (Lea Lucas 11:49; 1 Co 12:28; Ef 2:20). 2. El Profeta Es un hombre con un mensaje oportuno procedente del corazón y mente de Dios. Predice eventos. Habla a dirigentes y a otros diciéndoles respecto a lo que deparará el futuro si se apartan de la perfecta voluntad de Dios. Su función menor es también "edificar" (construir), "exhortar" (despertar) y "consolar" (animar) al Cuerpo de Cristo (Lea Hechos 11:28; 13:1; 21:10, 11). 3. El Evangelista Es un hombre que predica el evangelio de Cristo a los pecadores. Su mensaje es sencillo, directo y en el poder de la palabra de Dios. Los hombres son movidos a tomar una decisión en relación con Cristo (Lea Hechos 8:5-40; 21:8). 4. El Pastor Es un hombre con corazón de pastor, cuida de cada oveja personalmente pero vigila al rebaño como un todo. Busca dirigir, proteger, corregir, alimentar y consolar al pueblo de Dios en el contexto de la iglesia local (Lea Juan 10:11-18). 5. El Maestro Es un hombre que siente un amor especial hacia la palabra de Dios y hacia Su pueblo. Procura enseñar la verdad divina tanto de una manera práctica como personal. Ministra a las mentes de los hombres a fin de que conozcan cómo caminar sabiamente en la voluntad de Dios (Lea Nehemías 8:4-8). D. DONES DE LIDERAZGO PARA ENTRENAR Y EQUIPAR A LOS CREYENTES El Apóstol Pablo, nos dice que Cristo dio estos cinco dones de liderazgo para preparar a los creyentes nacidos de nuevo a fin de que lleguen a ser miembros capacitados para dispensar o servir. Los santos tienen que estar equipados y deben estar listos para servir. 1. Los Miembros De La Iglesia Deben Aprender A... Aquellos que han sido llamados a uno de los cinco ministerios de liderazgo tienen un deber de importancia triple que ejecutar. Tienen que enseñar a los miembros de su iglesia respecto al como: a. Servir Al Señor b. Servirse Los Unos A Los Otros Y c. Servir al mundo 2. Enséñeles Como Equipar a los miembros para cumplir estas tres áreas ministeriales, implica enseñarles el cómo hacer lo siguiente: a. Adorar en Espíritu y en verdad b. Vigilar, orar e interceder c. Combatir la guerra espiritual d. Estudiar las Escrituras e. Crecer en el carácter de Cristo f. Ejercer los dones del Espíritu g. Escuchar la voz del Señor h. Servir a los Santos, el pueblo santo de Dios i. Testificar a los pecadores De esta manera, los miembros madurarán y se desarrollarán en el Señor Jesús, de tal manera que fortalecerán Su Cuerpo, que es la Iglesia. 3. Cada Miembro Un Ministro El pueblo de Dios no puede seguir siendo como los niños que siempre están esperando la ayuda de los demás. Tienen que crecer en Cristo para que puedan servir en el reino de Dios. "Porque debiendo ser ya maestros a causa del tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados cuáles sean los primeros rudimentos de la palabra de Dios; y habéis llegado a ser tales que tengáis necesidad de leche, y no de manjar sólido Que cualquiera que participa de la leche, es inhábil para la palabra de la justicia, porque es niño; Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (He 5:12-14). ¡Cada miembro debe convertirse en un ministro que ministre al Señor, a los creyentes y al mundo! E. OTROS MINISTERIOS MENCIONADOS POR PABLO Además de los cinco dones básicos para el ministerio mencionados arriba, Pablo incluye otros ministerios para los miembros, los cuales, caen dentro del programa de entrenamiento para: • Ministrar al Señor • Ministrar los unos a los otros • Ministrar al mundo (no creyentes) Estos son los siguientes: (Lea Romanos 12:6-8 y 1 Co 12:28, 29). 1. Sirviendo Y Ayudando Esto se refiere a los servicios prácticos en la comunidad local. Incluirá el oficio de diácono pero incluye también muchas otras actividades. 2. Exhortación "Exhortar" significa animar, inspirar, advertir e informar al pueblo de Dios. El propósito de este ministerio, es animar a los creyentes para que adoren, trabajen, guerreen y testifiquen para el Señor. El "exhortador" pone fuego en nuestra fe. 3. El Ofrendar (Dar) Este ministerio envuelve el ofrendar o dar de los bienes terrenales de uno (usualmente dinero) para el sostén de la obra de Dios. El dador debe ser honesto, sincero y humilde. Tiene que ser sensible al Espíritu y dotado de sabiduría. Sólo entonces podremos ofrendar la cantidad correcta, a la gente correcta, en el momento correcto y por las razones correctas. 4. Administración (Gobierno) Este ministerio se refiere a dirigentes sabios, fuertes y amorosos que conocen cómo planear, organizar, entrenar y establecer presupuestos, a fin de rendir cuentas a la iglesia. Envuelve la estructura y organización necesarias para supervisar los asuntos de la iglesia (Lea Hechos 6:3). 5. Misericordia Este ministerio requiere simpatía, un sentimiento de cuidado hacia los demás y sabiduría para saber lo que hay que hacer. La sabiduría está unida a la acción práctica. Es un llamado que no sólo se ocupa de las necesidades prácticas, sino que trae fe, esperanza y amor hacia los que necesitan ayuda. Hay una gran necesidad en el Cuerpo de Cristo de tales "agradables ángeles de misericordia" (Lea Santiago 2:13-16). 6. Milagros Y Sanidades Los milagros muestran el poder de Dios y prueban Su presencia. Su propósito es señalarles a los no creyentes hacia Dios y edificar la fe de los santos. Son señales del amor divino en acción a favor de aquellos que están en necesidad. Estos ministerios preparan el camino para el evangelio de la gracia de Dios. Los dones de sanidades (plural en los manuscritos griegos originales) existen para suplir el poder sanador de Cristo a los que están enfermos. Es una bendición tener estos dones funcionando en las vidas de los creyentes. F. MÁS MINISTERIOS EN EL CUERPO DE CRISTO Hay otros muchos ministerios que son apoyados por la Escritura. Con una poca de imaginación podemos añadir otras funciones a nuestra lista. 1. Intercesión La oración y el ayuno en favor de otros han sido siempre poderosos, aunque a menudo se hagan a un lado, ministerios en la Iglesia. 2. Hospitalidad Una cálida bienvenida en un hogar cristiano ha sido de gran bendición a muchas vidas. Muchos ejemplos pueden ser encontrados en la Escritura. 3. Visitación Podemos llevar el amor de Dios a otros cuando no pueden venir hasta nosotros. Debemos visitar a los enfermos, las personas de edad, los solitarios e incluso los que están en prisión, pues Jesús desea que los alcancemos a todos. 4. Preocupación Social Dios desea con gran ahínco que alcancemos a los pobres y a los necesitados, a los que han sido expulsados o rebajados. Él puede tocarlos sólo a través de nosotros. 5. Literatura El poder de la palabra escrita es muy grande. Dios ha dado el don de escribir a muchos. Se extiende desde las cartas personales hasta la publicación de artículos y libros. Requiere mucho esfuerzo pero las recompensas son grandes. 6. Medios Modernos De Comunicación Se han realizado muchos avances en radio, películas, televisión y otros campos de comunicación. Estos son métodos modernos mediante los cuales podemos testificar. Dios ha dado capacidad y entrenamiento a creyentes que desea utilizar de manera creativa. Si no nos movemos en estas áreas para Dios, el diablo estará encantado de tomar nuestro lugar. 7. Arte El favor que Dios ha dado a la música cristiana, ha sido una gran bendición durante años. Es hora de que otras formas artísticas vuelvan plenamente al santo propósito de Dios. Pueden ser tocadas por el Espíritu de Dios para ayudarnos a enseñar, a enriquecer nuestra adoración y mejorar nuestro testimonio para el mundo. Ya no será el arte por amor al arte, sino el arte para la gloria de Dios. 8. Reconciliación "Reconciliar" significa unir en paz a aquellos que han sido enemigos. En primer lugar, por supuesto, está la paz de una persona con Dios. Después, es necesario estar en paz los unos con los otros. Esto es verdad de una manera muy especial en la Iglesia. La hostilidad y la contienda entre creyentes es como una dolorosa herida en el Cuerpo de Cristo. No es extraño que las Escrituras declaren: "Bienaventurados los pacificadores...". C. PENSAMIENTOS FINALES SOBRE EL MINISTERIO PERSONAL Es fácil ver que muchos de los ministerios mencionados anteriormente se complementan entre sí. Una sola persona puede tener más de una función en su servicio para el Señor. Además, un ministerio puede llegar a convertirse en el fundamento sobre el cual otro edifica. Felipe, el "siervo" fiel, más tarde se convirtió en Felipe el "evangelista" en llamas (Compare Hechos 6 y 8). Todos nosotros tenemos un llamado en el Cuerpo de Cristo. Empecemos donde estemos, con lo que tenemos, AHORA. El Espíritu Santo, nuestro divino Ayudador, proveerá el fruto y los dones que necesitamos para nuestro llamado. Es deber nuestro "cultivar" o desarrollar el fruto volviéndonos al Espíritu de Dios durante los tiempos difíciles. Y tenemos que aprender a "sobresalir" o hacer las cosas bien en lo que al uso de los dones espirituales se refiere. Nuestro deseo es llegar a ser siervos buenos y fieles del Señor Jesucristo. El ministerio personal es descubierto y desarrollado mejor dentro de la comunión de una iglesia local llena del Espíritu. Bajo una dirección sabia y amorosa, encontraremos nuestro lugar y función en la familia de Dios. De esta manera, la Iglesia de Jesucristo se hará más fuerte y más sólida. Entonces, estaremos listos para servir al Señor, los unos a los otros y a todo el mundo. Es muy posible que cada llamado por Dios no tenga estas características en principio para lo cual EL mismo lo capacite en su trato como discípulo y preparación para el determinado ministerio.

martes, 6 de septiembre de 2016

DIOS LO SABE TODO

Salmos 139 Señor, tú me has examinado y me conoces; 2 tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso. 3 Sabes todas mis andanzas, ¡sabes todo lo que hago! 4 Aún no tengo la palabra en la lengua, y tú, Señor, ya la conoces. 5 Por todos lados me has rodeado; tienes puesta tu mano sobre mí. 6 Sabiduría tan admirable está fuera de mi alcance; ¡es tan alta que no alcanzo a comprenderla! 7 ¿A dónde podría ir, lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiría, lejos de tu presencia? 8 Si yo subiera a las alturas de los cielos, allí estás tú; y si bajara a las profundidades de la tierra, también estás allí; 9 si levantara el vuelo hacia el oriente, o habitara en los límites del mar occidental, 10 aun allí me alcanzaría tu mano; ¡tu mano derecha no me soltaría! 11 Si pensara esconderme en la oscuridad, o que se convirtiera en noche la luz que me rodea, 12 la oscuridad no me ocultaría de ti, y la noche sería tan brillante como el día. ¡La oscuridad y la luz son lo mismo para ti! 13 Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. 14 Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido! 15 No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto, mientras era formado en lo más profundo de la tierra. 16 Tus ojos vieron mi cuerpo en formación; todo eso estaba escrito en tu libro. Habías señalado los días de mi vida cuando aún no existía ninguno de ellos. 17 Oh Dios, qué profundos me son tus pensamientos; ¡infinito es el conjunto de ellos! 18 Si yo quisiera contarlos, serían más que la arena; y si acaso terminara, aún estaría contigo. 19 Oh Dios, quítales la vida a los malvados y aleja de mí a los asesinos, 20 a los que hablan mal de ti y se levantan en vano en contra tuya. 21 Señor, ¿no odio acaso a los que te odian y desprecio a los que te desafían? 22 ¡Los odio con toda mi alma! ¡Los considero mis enemigos! 23 Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos; 24 mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno.